Glivec (Imitinib) ha revolucionado el tratamiento de cánceres raros de la sangre y de la médula ósea. Este tratamiento cuesta unos 30.000€ por paciente y año y algunas veces debe extenderse durante toda la vida. Según Andrew Hill, farmacólogo e investigador en la universidad de Liverpool, si tenemos en cuenta el coste real de la producción del Glivec, y añadimos el coste de otras etapas de fabricación y transporte, con un margen de beneficios del 50 % el medicamento podría venderse a unos 200 euros al año. El porcentaje del margen que figura en el título es la proporción entre el precio anual de 30.000€ en España y lo que podemos considerar el coste real de este tratamiento, 200 € (que ya incluye un margen de beneficio, marketing y costes de producción).

El ejemplo de Glivec muestra que la lógica empleada para el tratamiento contra la hepatitis C está bien presente también en los medicamentos contra el cáncer. Aún peor, en lugar de disminuir con el tiempo, ¡el precio de estos medicamentos aumenta! De hecho, casi se ha duplicado en la última década. De este modo, el precio del tratamiento anual en Estados Unidos pasó de 30.000 dólares en 2001 a 92.000 dólares en 2012.

Esto es lo que han denunciado claramente los oncólogos de renombre en Francia en un artículo publicado el 14 de marzo de 2016, donde señalaban que el aumento de los precios estaba totalmente desconectado de las inversiones en I+D y que estos respondían, por el contrario, a una lógica de maximización de beneficio en las industrias del medicamento -en función de la idea que tienen de lo que pueden soportar los mercados-.

Teniendo en cuenta que en 2015 se diagnosticaron en España más de 227.000 nuevos casos de enfermedad tumoral y que una de cada dos personas que nace en nuestro país padecerá cáncer a lo largo de su vida, el sistema público de salud corre el riesgo de verse asfixiado.